lunes, 3 de noviembre de 2008

New york


Hola, che. Bueno. El viernes fue Halloween. La ciudad se vuelve loca en Halloween. Yo no tenía idea. Sali temprano del lab a tratar de armarme un disfraz cool. Estaba dura la cosa. Falto de inspiración, terminé aceptando el lugar común y me disfracé de Alex de la naranja mecánica. (Lugar común, porque Bart se disfrazó de Alex en un capitulo de los simpson y porque el gordito también lo hizo en una fiesta en quinto año, me acuerdo.) Pasa que tengo poco material. También pensé en disfrazarme de Flavor Flav (rapero de Public Enemy para los que estan perdidos, tiene un reality que me gusta). Pero no me dio el cuero. Me fui a Union Square donde llegué al gran negocio New York Costumes. Cola de una cuadra de largo en cada una de las entradas. (Noté que vendía un disfraz completo de Flavor Flav!)Ahí conseguí lo que necesitaba. El sombrero bombín, unos tiradores. Con unos pantalones apriopiados de Peter y el maquillaje correspondiente estaba hecho. Fui con Nahuel y Ana a la fiesta de Rockefeller que supuestamente deberia haber ayudado a organizar. No lo hice porque me daba paja infinita. Ni siquiera tenía ganas de ser dj para 200 nerds desconocidos. No me arrepiento. Aunque me dan ganas de poner unas canciones de machito ponce en algun lugar. La fiesta no era buena, pero los disfraes sí.
Intentamos ir a una supuesta fiesta en brooklyn profundo de 24 hs. Nunca llegamos. Pero el viaje en subte valió la pena. Nos topamos con unos que estaban tocando la guitarra disfrazados de Kiss, con unas chicas apropiadamente disfrazadas de pollitas bailando alrededor. Muy diver. Hicimos todo el viaje en subte con ellos. Nahuel como que enamoró a una pollita. No mencioné que él se había armado un disfraz del carajo. Un diablo con los pelos parados a la robersmith, muy impresionante. La gente de la pollita se convenció de ir con nosotros a la fiesta esta. Todo esto mientras todos cantanban y bailaban adentro de un subte que iba hasta las pelotas con toda gente disfrazada. Para las chicas parece que los disfraces son una excusa para mostrar carne. Tardé 26 años en darme cuenta. La hago corta porque tengo sueño. Resultó que cuando llegamos a la parada las gente esta se da cuenta de que la fiesta era una que salia 20 mangos y cambian de rumbo a la casa de una. Decepcionados, salimos a confirmar lo dicho a la calle y resulta ser cierto. Volvemos al subte pensando en ir a lo de esta gente pero nos lo tomamos en direccion contraria, de vuelta a Manhattan. Interpretando el hecho como una señal, aborto la misión.
El de la foto collage es nahuel. La chica en pequeño es Ana Cambre, otra Ana que supo hacer mas gratos los primeros dias aca.


Nina Hagen - New York, New York

3 comentarios:

Margarita dijo...

Qué pintoresco todo, no? La descripción del subte se parece a esos pasajes de películas en las que se muestra el Carnaval de Venecia y las escenas de enmascarados, que no se hablan o se hablan poco, pero que se siguen unos a otros por callejuelas hasta que pasa algo. Tal vez por la asociación con eso, o porque las personas disfrazadas me generan cierta inquietud, o simplemente porque soy miedosa, íntimamente agradecí que no hubieras entrado a la fiesta en Brooklyn y volvieras a las tranquilizadoras calles (¡!) de Manhattan.
Nice to meet Nahuel y Ana.

Jorge Aulicino dijo...

Cuídate muchacho del París nocturno!
El coronel Cañones

Pablo dijo...

Cuantas preocupaciones y pedidos de cautela generó esta anécdota. Todo por viajar en subte con un sombrerito.